jueves, 27 de agosto de 2020

ÉL




ÉL, fue un rotundo fracaso, la historia era un drama, era una disertación sobre la mente del hombre, sus obsesiones, miedos, inseguridades llevados a la locura de los celos y de la psicopatía; recibió buenas críticas de los expertos y de la comunidad cinematográfica, y pese a eso, la gente reía en plena película, en su estreno se enojó tanto el director, Luis Buñuel, que salió de la sala de cine gritando "la gente se está riendo, esto es un desastre".




¿Por qué el público se rió de la película? ¿No la entendieron? ¿Creyeron que era comedia? ¿Creyeron que era una especie de sátira parodia? A mi mente viene una frase que en los últimos años, de alguna manera da una explicación escueta, laxa, pero ciertamente verdadera, para justificar del por qué la gente se ríe de algún chiste, una broma, una anécdota: "es gracioso porque es verdad". Esta frase se refiere a la identificación de una persona con un hecho específico, que sin embargo, sí es ajeno a él pero los hechos son similares a su persona; es gracioso porque es verdad, se refiere a que el público, eso que vio, le parece chistoso porque también le sucedió. Es decir, hay un punto donde el espectador se ve reflejado, proyectado. 

Ahora bien, dicen que hay "risas nerviosas", ese nervio por temer a ser descubiertos, a ser exhibidos ante quien sea, su familia, los amigos, los hijos, quien sea. Entonces, ¿la gente que vio en su momento, en cartelera, en 1953, se rió porque se vio reflejada en Francisco, el personaje del actor Arturo de Córdoba? ¿Se rió porque los traicionó el subconsciente y estaban aceptando con su risa que ellos también eran así o conocían a alguien machista, misógino, paranoico, enfermo de celos, ultra posesivo con la novia o esposa? ¿También dejaban encerrada a su mujer por miedo a que alguien la enamore y se la quiten? ¿Le prohibían o quitaban sus amistades? O al contrario ¿se reían porque en el público había mujeres miedosas a las represalias? ¿confundidas sin saber a quién acudir para pedir auxilio? ¿Se sabían amenazadas por el hombre?




Entonces, estamos de acuerdo que, si de ser cierto esto, ¿la norma generalizada en ese entonces era la de oprimir a la mujer? ¿la normalidad, la naturalidad era ser como Francisco y no se distinguía que tuviera nada de malo? Eso me hace concluir que existían cientos, miles de mujeres viviendo oprimidas, frustradas, tristes por su pareja y no eran conscientes de ello. También me hace pensar que los miles de hombres vivían en una burbuja en la cual no veían más allá de su nariz, de sus emociones, de sus sentimientos, valiéndoles gorro el bienestar de los demás, era lo que él decía y punto. Pero era lo natural, era "normal" menospreciar a la esposa, imponer sus ideas a la novia, prohibirle ciertas maneras de ser, de vestir, de hablar, de pensar, de comportarse. Al público que rió con la película le pareció gracioso porque era verdad, porque inconscientemente se estaban identificados con una película que en realidad los estaba señalando, criticando y juzgando a un sector de la población mexicana.




¿De qué trata la película ÉL de Luis Buñuel? Francisco Galván (Arturo de Córdoba) es un hombre de dinero, religioso, acude a misa con regularidad, amigo de los sacerdotes, tiene reputación intachable, hombre de negocios, amigo de la servidumbre, pero especialmente de su mayordomo con quien tiene una relación muy peculiar, ya que le solapa cualquier abuso o confiancita. Un buen día, durante una de las misas dominicales distingue a una bella y distinguida dama, ella es Gloria (Delia Garcés), a quien se propuso conquistar pasara lo que pasara, y a pesar de tener novio, de estar comprometida. Maldita sea el día en que le dirigió la palabra, el día en que dudó de la relación con su novio, porque ese fue el día en que empezó el infierno a lado de Francisco. Este hombre sacó su verdadero yo, alguien enfermo de celos, posesivo, obsesivo, fetichista, machista, misógino, la torturó psicológicamente, la chantajeaba, fue prohibitivo. Era el diablo personificado.




Esta es una de las película más personales de Buñuel en el sentido de que mucho de la personalidad del director está plasmado en Francisco, los toques paranoides, lo celoso con su mujer, el carácter explosivo, hasta la fijación que tiene por los simbolismos religiosos, es más, como dato curioso, en la toma final donde se ve a Francisco alejándose, caminando en zig-zag en realidad no era el actor de Córdoba, sino el mismo Luis Buñuel.


Es por ello que se el español se sentía orgulloso de su obra, fue una manera de mostrarse, desnudar el alma le llaman, pero ¡oh sorpresa! la gente lo tomó como broma, como película cómica, o era eso, o a Buñuel se le figuró que muchísima gente rió, cuando a lo mejor fue una que otra persona, sin embargo, los expertos confirmaron que sí fue un fracaso en el gusto del público, pese a que duró tres semanas en cartelera y eso gracias al gran renombre que implicada Arturo de Córdoba.

Lo cierto es que el tiempo es quien le dio la razón a esta película, importantísima en la cinematografía del director y se convirtió en objeto de estudios de cine, ejemplo de estudios de psiquiatría, el impacto a través de la historia del espectáculo.


ÉL
Director: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel y Luis Alcoriza, basada en la novela de Mercedes Pinto.
Con: Arturo de Córdoba y Delia Garcés
Producciones Tepeyac
México, 1953
92 min




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