miércoles, 17 de enero de 2018

UNA MUJER SIN FILTRO


Al momento en que la película, “Una Mujer Sin Filtro” de Luis Eduardo Reyes, se fue a negros permitiendo el paso de los créditos finales, me quedé con dos sensaciones que se contrapuntean mutuamente que se centran básicamente en la forma contra el fondo.



Les explico. Por un lado, me gustó la idea de que hayan plasmado a la mujer mexicana del siglo XXI que busca empoderarse dentro de su propio entorno, hacerse valer, ella y su voz, ya que como Paz López (Fernanda Castillo) al sufrir de violencia emocional, intelectual y mental, le es más fácil callar, aguantarse y avanzar, y es que así educan a nuestras mujeres en México. En el contenido, esta película me gustó porque en el sentido personal, crecí rodeado en su mayoría de mujeres (primas, tías, abuelas, amigas, mi madre incluso) y todas sin excepción, sin importar nivel socio económico o académico,  hasta la fecha, viven la opacidad, se desenvuelven casi en el anonimato cuando son ellas que ejecutan todo lo necesario para que este mundo funcione; y todo esto se ve reflejado en Paz, una mujer de 36 años, profesional, casada, con empleo, familia, amiga, en fin, parecería que todo lo tiene, y sin embargo se siente vacía, se siente abandonada, sola, de hecho ese vació se le manifiesta físicamente, como si algo le oprimiera el pecho, como si le faltara el aire, es tanto el peso emocional que trae arrastras desde años atrás que su cuerpo le está empezando a cobrar factura. El caso de todas las mujeres en México. Entonces Paz explota, e inicia la búsqueda de su derecho al reconocimiento.



Lo que no me agradó es la forma: es una película que no es contundente, no afianza la trama, o “el plot” que se le llama, es algo que si la cinta fuera una persona y le preguntáramos “¿Qué eres?” no sabría respondernos si es comedia, drama o un híbrido sin forma, porque así como hay unos chispazos de comedia, uno que otro que otro chiste, la verdad de las cosas es que están cimentadas sobre un guión flojo, que está escrito con tono de drama, donde los personajes secundarios podrían ser cualquiera, dan lo mismo si es dueño de una agencia de publicidad, o un pintor artístico, o un adolescente punk, que si hubiera sido, dueño de una carnicería, un pinto de brocha gorda o un adolescente fresa. Son tan flojos en la forma en que fueron concebidos que carecen de importancia, todos sin excepción, y por tanto la película en sí carece de importancia también.



Algo sumamente notorio y que tampoco me agradó en lo más mínimo es sobre la sensación de estar viendo una especie de telenovela o una mala serie unitaria de televisión abierta, ya que no tiene ningún valor de producción, no hay un trabajo de diseño de producción, no hay una selección adecuada, clara o específica de locaciones o escenarios para cada personaje, y si de casualidad existió no se nota, la razón es por el tipo de emplazamiento de las cámaras y tipos de tomas utilizadas a tal grado que esta película en lo técnico no hay ningún tipo de trabajo artístico. Acordémonos, no es gratuito que al cine se le llame el séptimo arte, porque hasta la cinta más comercial, sin importar su género, debe aportar un mínimo de arte, en su vestuario, en su guión, en su diseño de arte, en la fotografía (tomas y cámaras), en el nivel de actuación. Pero, de qué me sorprendo si Luis Eduardo Reyes es experto en televisión abierta, dirigió la telenovela Sin Ti (1997-1998) con Gabriela Rivero y René Strickler, dirigió la telenovela Por Tu Amor (1999) con Saúl Lisazo y Gabriel Spanic, y otras joyas de fácil digestión como la telenovela Bajo La Misma Piel (2003), las series El Manual (2014), La Rosa de Guadalupe (2015), o películas como Amor Letra Por Letra (2008), Qué Pena Tu Vida (2016) y la próxima a estrenarse Cómplices (2018) cuyo tráiler es totalmente fallido, si así están lo avances, qué terrible debe ser la película.



Lector, si usted busca apreciar el cine, distinguir entre el buen y el mal cine, o, mejor dicho, el que está bien hecho y mal hecho, independientemente de nuestros gustos personales, de tener totalmente en claro que EL CINE NO ES TELEVISIÓN, por tanto, no debe verse ni como serie, ni como telenovela, ni nada por el estilo, EL CINE APORTA ALGO NUEVO AL ARTE, EL CINE NO ES ALGO QUE SE GRABA, SE PROYECTA Y YA. ¿Por qué creen que en premios como los Oscares o los BAFTA en Inglaterra premian a la música, a las canciones, a los efectos visuales, al vestuario, al sonido, etcétera, no es porque se ven o escuchan bonitos sino porque aportan algo nuevo al cine? Algunas tal vez me objeten que, en México no podemos esperar mucho si aquí no hay dinero ni apoyo para hacer buen cine, a lo que yo les respondo: ¿Y Amores Perros, ¿Malos Hábitos, Heli, Guten Tag (Buen Día) Ramón, Nosotros Los Nobles, Abel? Son películas de diferentes presupuestos, pero para que vean que, hasta la película más sencilla, financieramente hablando, puede ser una maravilla entrañable.



Pero hay tres cuestiones que sí quiero enfatizar: primero lo gran actriz que es Fernanda Castillo, si quitamos toda la paja que la envuelve, que es toda la película, vemos en ella un trabajo honesto, un trabajo transparente, que sí nos conmueve, pero también nos hace temblar de miedo, al “decirnos nuestras verdades”; segundo, Mara Escalante, se nota el gran esfuerzo que le imprimió a su personaje para no caer en lo burdo y en la comicidad obvia que la caracteriza, su humor está bien pero para otro tipos de trabajos no para una película como esta, y a mi parecer lo logra, con dificultad y trastabille pero logra borrarnos de nuestra mente todo eso de “Doña Lucha” y sus comicidad.


Tercero y, por último, el valor que le dan a aquello de que “para querer a alguien, amar a alguien, ayudar a alguien hay que empezar por uno mismo, querernos, amarnos y ayudarnos a nosotros mismos” recordarnos que primero estamos uno mismo y después los demás, no es el sentido egocéntrico de la frase, sino más bien en el sentido solidario, hay que estar estable emocional, espiritual, mental y físicamente para apoyar a los que queremos.

Tráiler:



UNA MUJER SIN FILTRO
Dirige: Luis Eduardo Reyes
Escribe: Nicolás López, Diego Ayala
Con: Fernanda Castillo, Favio Medina, Alejandro Calva
Produce: Sobras International Pictures
México, 2018

En español.

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