martes, 11 de septiembre de 2018

TIEMPOS COMPARTIDOS


Érase una vez un señor llamado Pedro (Luis Gerardo Méndez), agotado después de un año laboral, lleva a su familia, a su esposa Eva (Casandra Ciangherotti) e hijo a disfrutar de una semana en un hotel de gran turismo, una villa que Pedro consiguió con un poco de suerte y un poco de dificultad, ya que fue a través de alguna promoción, lo consiguió a buen precio, y él se merece estar ahí.



Y precisamente cuando estaba dispuesto a disfrutar de lo que serían las vacaciones de su vida, el hotel cometió “un error” en el cual asignó esa misma villa a otra familia, trata de arreglarlo en conjunto con Abel (Andrés Almeida) el jefe de la otra familia y las autoridades del hotel, pero hay arreglos raros, velados y nada claros que obligan a Pedro aceptar el compartir la habitación con la familia de Abel. Es pues que las vacaciones placenteras y soñadas terminaron antes de iniciar. Aquí inicia la historia.

Suena a un planteamiento interesante e intrigante, porque a lo largo de la trama, Pedro se tendrá que confrontar contra el autoritarismo representado por el Hotel, quienes manipulan mentes, amedrentan y convencen de manera sutil a todos sus empleados y huéspedes para que hagan lo que se les ordene y a conveniencia del hotel. Es así como Pedro se aterra al verse atrapado de una red de lavado de cerebros, a tal grado que pareciera que quieren destruir a su familia, quitarle a su esposa e hijo.



Insisto, suena interesante, intrigante, se antoja querer saber el final de la historia. Pero está muy mal narrada. Toda la película esta sumamente oscura, una fotografía ilógica, puedo entender que esos tonos grises, ocres, verdosos y oscuros se debe a que quieren reforzar la crisis emocional de Pedro, la sensación de asfixia, de prisión que experimenta el protagonista, pero considero que abusan de este recurso, porque también contribuyen a que el espectador se aletargue en lugar de mantener la atención en la cinta.

La historia está tan mal planteada que se cumplen los 60 minutos de la película y no se ve para nada hacia dónde va, cuál es el punto, de qué trata, o qué nos están tratando de contar, no se está tratando de nada. Es como si Sebastián Hoffman, su director, haya decidido tomarse por alto el guión, y rodar de manera orgánica, es decir, saben de qué trata la película, pero sin apegarse a guiones, escenas y movimientos, filmaron a ver hasta dónde llegaban. El resultado es que no se entiende la actitud de los empleados del hotel, la actitud de Abel, cuál es la importancia de los personajes de Andrés (Miguel Rodarte) y Gloria (Montserrat Marañón), ¿fueron víctimas de sus empleadores? ¿si sufren tanto estar ahí por qué no se van? ¿Por qué no huye Andrés y deja a Gloria? ¿Cómo afecta la vida de Andrés en la de Pedro? Nada de esto se esclarece, ni se resuelve ni se toman el tiempo de desarrollar estos temas.



Por un momento me parece que estoy viendo el “Ángel Exterminador” de Luis Buñuel (1962) porque dentro de la trama, un grupo de aristócratas, después de una reunión en casa de uno de los matrimonios asistentes, ya no pudo salir, todos quedaron atrapados, no sólo de la mansión, sino del salón en donde se encontraban, atrapado de manera extraña, misteriosa y tal vez hasta absurda, porque el salón no tenia puertas y la casa estaba abierta ¿entonces por qué no se iban, peor cuando empezaron a atacarse unos a otros, a sufrir y padecer los días que quedaron ahí? Al menos aquí, sí hay un punto medular, sí hay un objetivo claro, hay una línea argumental puesta en la mesa y vas comprendiendo a cada personaje, y al final te dan ganas de discutir la razón por la cual actuaron de tal forma o por qué no se podían ir.



En Tiempos Compartidos no sucede esto, no provoca nada, no pasa nada, no va para ningún lado la vida de Pedro. Es más, cuando parecen los créditos finales todo el público nos quedamos con la sensación de que nos han tomado el pelo, nos robaron con el costo del boleto; nos deja una sensación de vacío, y no por la tragedia vivida por el protagonista, sino porque pareciera como si nos hubiéramos sentado frente a una pantalla apagada durante una hora y media, como si solo hubiéramos contemplado la oscuridad de la sala y que jamás echaron a andar la película. Es más, creo que fuimos víctimas semejantes a Pedro, si no nos estaba gustando la película si la estábamos padeciendo entones ¿por qué no nos salimos y listo? En lo personal por ser alguien riguroso, periodístico, crítico y de economía, porque el boleto del no es nada barato como para salirme, y si debía hacer una buena reseña debía estar hasta el final para tener bases y argumentos.

Pero no todo es oscuridad en este trabajo cinematográfico, un punto a favor, por más increíble que suene es la actuación de Luis Gerardo Méndez, que por fin, soltó a “Javi Noble” y si le crees que está agobiado, que es un padre de familia, que se siente harto de la vida, que no se conforma, que se defiende, que a todo le pone un pero que no puedes comprender por qué tiene una esposa tan dulce y amorosa, que en realidad así existen muchos matrimonios, que el hastío de Pedro lo proyecta y plasma en Eva, a tal grado que ella se ve como una mujer triste, vencida y hasta en cierto punto sumisa, maleable, manipulable. Bien por Luis Gerardo, mal por la película.



Tiempos Compartidos, es una cinta aburrida, extraña, pero de esas rarezas que agradeces ver porque aprendes o te compenetras, pero esta una rareza que no sirve de nada, hasta dan ganas de tirarla a la basura, decirle a quienes invirtieron que me den oportunidad de rehacerla. No entiendo cómo es que ganó mejor guión en el festival de cine de Sundance, y tampoco entiendo como es que hay personas que la alaban, enalteciendo valores que por más que estoy dispuesto a apreciar nada más no veo. Se lo juro que pensé por un momento que creí que iban a salir con la babosada de que los empleados o gerentes del hotel eran extraterrestres que lavaban cerebros, al ver las escenas de Tom, un orador perteneciente al hotel para dar conferencias a los huéspedes y a los empleados, interpretado por RJ Mitte, mismo que le hizo de Walter White Jr. En Breaking Bad. Así de fea está la película.



TIEMPOS COMPARTIDOS
Dirige: Sebastián Hoffman
Guión: Julio Chavezmontes, Sebastián Hoffman
Protagonizan: Luis Gerardo Méndez, Casandra Ciangherotti
Produce: Circle Films, Piano
México, Holanda
En español e inglés
96 min
2018

miércoles, 17 de enero de 2018

UNA MUJER SIN FILTRO


Al momento en que la película, “Una Mujer Sin Filtro” de Luis Eduardo Reyes, se fue a negros permitiendo el paso de los créditos finales, me quedé con dos sensaciones que se contrapuntean mutuamente que se centran básicamente en la forma contra el fondo.



Les explico. Por un lado, me gustó la idea de que hayan plasmado a la mujer mexicana del siglo XXI que busca empoderarse dentro de su propio entorno, hacerse valer, ella y su voz, ya que como Paz López (Fernanda Castillo) al sufrir de violencia emocional, intelectual y mental, le es más fácil callar, aguantarse y avanzar, y es que así educan a nuestras mujeres en México. En el contenido, esta película me gustó porque en el sentido personal, crecí rodeado en su mayoría de mujeres (primas, tías, abuelas, amigas, mi madre incluso) y todas sin excepción, sin importar nivel socio económico o académico,  hasta la fecha, viven la opacidad, se desenvuelven casi en el anonimato cuando son ellas que ejecutan todo lo necesario para que este mundo funcione; y todo esto se ve reflejado en Paz, una mujer de 36 años, profesional, casada, con empleo, familia, amiga, en fin, parecería que todo lo tiene, y sin embargo se siente vacía, se siente abandonada, sola, de hecho ese vació se le manifiesta físicamente, como si algo le oprimiera el pecho, como si le faltara el aire, es tanto el peso emocional que trae arrastras desde años atrás que su cuerpo le está empezando a cobrar factura. El caso de todas las mujeres en México. Entonces Paz explota, e inicia la búsqueda de su derecho al reconocimiento.



Lo que no me agradó es la forma: es una película que no es contundente, no afianza la trama, o “el plot” que se le llama, es algo que si la cinta fuera una persona y le preguntáramos “¿Qué eres?” no sabría respondernos si es comedia, drama o un híbrido sin forma, porque así como hay unos chispazos de comedia, uno que otro que otro chiste, la verdad de las cosas es que están cimentadas sobre un guión flojo, que está escrito con tono de drama, donde los personajes secundarios podrían ser cualquiera, dan lo mismo si es dueño de una agencia de publicidad, o un pintor artístico, o un adolescente punk, que si hubiera sido, dueño de una carnicería, un pinto de brocha gorda o un adolescente fresa. Son tan flojos en la forma en que fueron concebidos que carecen de importancia, todos sin excepción, y por tanto la película en sí carece de importancia también.



Algo sumamente notorio y que tampoco me agradó en lo más mínimo es sobre la sensación de estar viendo una especie de telenovela o una mala serie unitaria de televisión abierta, ya que no tiene ningún valor de producción, no hay un trabajo de diseño de producción, no hay una selección adecuada, clara o específica de locaciones o escenarios para cada personaje, y si de casualidad existió no se nota, la razón es por el tipo de emplazamiento de las cámaras y tipos de tomas utilizadas a tal grado que esta película en lo técnico no hay ningún tipo de trabajo artístico. Acordémonos, no es gratuito que al cine se le llame el séptimo arte, porque hasta la cinta más comercial, sin importar su género, debe aportar un mínimo de arte, en su vestuario, en su guión, en su diseño de arte, en la fotografía (tomas y cámaras), en el nivel de actuación. Pero, de qué me sorprendo si Luis Eduardo Reyes es experto en televisión abierta, dirigió la telenovela Sin Ti (1997-1998) con Gabriela Rivero y René Strickler, dirigió la telenovela Por Tu Amor (1999) con Saúl Lisazo y Gabriel Spanic, y otras joyas de fácil digestión como la telenovela Bajo La Misma Piel (2003), las series El Manual (2014), La Rosa de Guadalupe (2015), o películas como Amor Letra Por Letra (2008), Qué Pena Tu Vida (2016) y la próxima a estrenarse Cómplices (2018) cuyo tráiler es totalmente fallido, si así están lo avances, qué terrible debe ser la película.



Lector, si usted busca apreciar el cine, distinguir entre el buen y el mal cine, o, mejor dicho, el que está bien hecho y mal hecho, independientemente de nuestros gustos personales, de tener totalmente en claro que EL CINE NO ES TELEVISIÓN, por tanto, no debe verse ni como serie, ni como telenovela, ni nada por el estilo, EL CINE APORTA ALGO NUEVO AL ARTE, EL CINE NO ES ALGO QUE SE GRABA, SE PROYECTA Y YA. ¿Por qué creen que en premios como los Oscares o los BAFTA en Inglaterra premian a la música, a las canciones, a los efectos visuales, al vestuario, al sonido, etcétera, no es porque se ven o escuchan bonitos sino porque aportan algo nuevo al cine? Algunas tal vez me objeten que, en México no podemos esperar mucho si aquí no hay dinero ni apoyo para hacer buen cine, a lo que yo les respondo: ¿Y Amores Perros, ¿Malos Hábitos, Heli, Guten Tag (Buen Día) Ramón, Nosotros Los Nobles, Abel? Son películas de diferentes presupuestos, pero para que vean que, hasta la película más sencilla, financieramente hablando, puede ser una maravilla entrañable.



Pero hay tres cuestiones que sí quiero enfatizar: primero lo gran actriz que es Fernanda Castillo, si quitamos toda la paja que la envuelve, que es toda la película, vemos en ella un trabajo honesto, un trabajo transparente, que sí nos conmueve, pero también nos hace temblar de miedo, al “decirnos nuestras verdades”; segundo, Mara Escalante, se nota el gran esfuerzo que le imprimió a su personaje para no caer en lo burdo y en la comicidad obvia que la caracteriza, su humor está bien pero para otro tipos de trabajos no para una película como esta, y a mi parecer lo logra, con dificultad y trastabille pero logra borrarnos de nuestra mente todo eso de “Doña Lucha” y sus comicidad.


Tercero y, por último, el valor que le dan a aquello de que “para querer a alguien, amar a alguien, ayudar a alguien hay que empezar por uno mismo, querernos, amarnos y ayudarnos a nosotros mismos” recordarnos que primero estamos uno mismo y después los demás, no es el sentido egocéntrico de la frase, sino más bien en el sentido solidario, hay que estar estable emocional, espiritual, mental y físicamente para apoyar a los que queremos.

Tráiler:



UNA MUJER SIN FILTRO
Dirige: Luis Eduardo Reyes
Escribe: Nicolás López, Diego Ayala
Con: Fernanda Castillo, Favio Medina, Alejandro Calva
Produce: Sobras International Pictures
México, 2018

En español.

miércoles, 3 de enero de 2018

CUANDO LOS HIJOS REGRESAN



Sí, los padres aman, adoran a sus hijos, o la mayoría de ellos. Nos cuidan, protegen, orientan, guían, a través de regaños, castigos, como de mimos y reconocimientos. Pero hemos de reconocer que los papás, cuando llegan a cierta edad, se cansan de sus propios hijos, ya no quieren estar regañando, ya no quieren estar orientando, ya no quieren consentir a nadie ni con mimos ni con reconocimientos ni con nada, puesto que llega a un punto es que su misión como padre ha concluido ya que sus vástagos pueden valerse por sí mismo, lo único que falta es disfrutar de sí mismos.



¿Pero qué pasa cuando todos los hijos regresan al nido buscando la protección de mamá y papá? Estoy hablando de hombre y mujeres arriba de 30, 40 años. Obviamente que los padres los reciben porque son sus hijos, no los desprotegerían, pero ténganlo por seguro que contentos no estarán, ya que se sentirán desestabilizados, no tendrán paz, y no lo dirán.

Esta es la premisa de Cuando los Hijos Regresan del director primerizo Hugo Lara Chávez, así como se lee y en forma de comedia suena muy bien y divertida, cual historia española de enredos. ¿Pero qué creen? La película es como una especie de montaña rusa que la segunda caída el carrito se alenta y avanza con tropiezos.



Esta cinta es protagonizada por quien fuera chica Almodóvar, la excelente actriz Carmen Maura, y el entrañable y gran actor Fernando Luján, quienes obviamente, interpretan a los padres de los hijos problemáticos, inestables y poco funcionales. La cinta inicia muy bien, con ellos dos despidiendo por fin, de su casa, al último de su hijo que se muda por cuestiones laborales, así entonces vamos conociendo a los otros hijos con sus respectivas familias, sus problemáticas y el modus vivendi de cada uno.

En realidad, es muy refrescante y gratificante en las pantallas mexicanas, en una película mexicana a Carmen Maura, ya que ella junto con su pareja de historia se adueñan del trabajo fílmico y no lo sueltan, son grandes. Desgraciadamente, se nota la nula experiencia de Lara Chávez como cineasta, es su primera película como director, pero además es la primera que escribe, son muy evidentes todas las fallas que tiene, se desdibujan los personajes, se desvanecen las anécdotas, y de pronto parece que estamos viendo… nada.



Efectivamente, hay un punto en la historia en que tanto Maura como Luján parecieran que están actuando contracorriente y de repente están trabajando en la nada, así de ambiguo. Por ejemplo, (no les cuento mucho para que la vean ustedes) hay una parte en la que secuestran al personaje de Irene Azuela, entre su madre (Anabel Ferreira), su cuñado (Francisco de la Reguera) y su concuño (Tomás Rojas), además de un conjunto de botargas, todo para obligarla a hacer algo, pero al final de la escena uno se pregunta ¿cómo para qué armaron todo eso? La escena es incoherente, ineficaz, injustificada, mal escrita, mal editada, mal actuada, mal todo, no tiene razón de ser, bien pudieron haber logrado que el personaje de Irene Azuela hiciera lo que querían que hiciera de otra manera, más rápida e ingeniosamente.




La película es pobre en el libreto, en la dirección, en el vestuario, en todo. Y cabe mencionar que para hacer una muy buena película de esta clase no es necesario grandes cantidades de dinero. Sino más bien inteligencia y creatividad para resolver todas las vertientes. Todo debe estar justificado y aquí casi nada se justifica, por ejemplo, nunca se menciona o al menos se insinúa con un algo el porque la mamá es española, como casi nada está argumentado es por ello que los dos grandes actores da la sensación de que están actuando sobre la nada.

PUEDEN VER EL TRAILER AQUÍ:




CUANDO LOS HIJOS REGRESA
Dirige y escribe: Hugo Lara Chávez
Protagonizan: Fernando Luján, Carmen Maura, Cecilia Suárez
Produce: Invicta Films, Cosmopolitan Films
México, 2017

100 min.