jueves, 17 de agosto de 2017

MARÍA BONITA (2017)



¿Qué es la belleza? Hablo de la belleza física, aquello que provoca que se voltee a ver a alguien por sus rasgos físico. Lo que sí es que es una noción ambigua, abstracta en realidad, lo que para unos alguien puede ser bello o bella, para otros definitivamente está alejado de su concepto de belleza. Lo que para unos alguien es bonito o bonita, para otros es horrible.

La belleza es una disciplina, es una condición, una apreciación, o es un conjunto de normas que deben cumplirse sobre el aspecto del cuerpo. En mi opinión es el conjunto de todo lo anterior que se resume en una sola palabra: ACTITUD.



Debo aclarar algo, no estoy diciendo que actitud es sinónimo de belleza, más bien ésta es la consecuencia de la primera, si alguien tiene excelente actitud, toda la gente que verá en su camino la considerará como una persona que posee una belleza descomunal, sea lo que esto signifique; pero no sólo esto, sino que se le admirará su porte, su pensamiento, su personalidad. Todo esto cuando seguramente, ese alguien no entra dentro de los cánones de la definición de belleza según la estética.

Ahora bien, ¿qué es la actitud, o tener excelente actitud? Según la Real Academia Española de la Lengua, resumidamente, define este concepto como “el estado de ánimo que se expresa de cierta manera”. Entonces si alguien, que la mayoría lo consideramos como una persona poco agraciada, tiene un estado de ánimo positivo, animoso, ocupado en su vestimenta, pulcritud, cultivar su mente, su intelecto, alguien congruente y coherente entre su pensar con su actuar, fiel a sus convicciones, sin importar que se pueda pecar en vanidad o soberbia, entre otras muchas acciones, los demás lo veremos ya como una persona guapa, bella, hermosa.



Al contrario, si una persona es agria, mediocre, gruñona, prepotente, pesimista, doble moral, hipócrita y mentirosa, por más guapa y agraciada que sea, los demás lo veremos horrible físicamente hablando.

María, danos el secreto de tu belleza. Esta es una petición que se le hace a María Félix (interpretada por Diana Bracho) dentro de la ficción del cortometraje “María Bonita” dirigida por Amanda de la Rosa. Es una película de 18 minutos que explica con imágenes, a través del anecdotario de una adolescente, todo lo que les acabo de mencionar, el significado de belleza y dónde radica. Y sí, María Félix pudo presumir durante toda su vida de una belleza envidiable, a tal grado que a donde se presentaba era imposible no voltear, no porque fuera famosa, sino porque su magnetismo era enorme, también resultado de su actitud.



En esta cinta, corta pero sustanciosa, es verdad, si hubieran puesto otro personaje histórico o artístico el punto de la trama no habría afectado en nada, pero qué mejor que alguien sigue siendo icono de la moda, belleza, glamour, altivez, asedio y coquetería, aún después de la muerte, nos muestra que todos podemos ser capaces de ser hermosos, bellos, guapos, atractivos, siempre y cuando tengamos una actitud en la que los demás nos inspiren para ser más que los demás. “Si el de enfrente es guapo, pues yo soy más” “Si aquella se pone guapa para lavar o ir por las tortillas pues yo seré mejor” “Si esta persona me quiere menospreciar, yo le mostraré con hechos que es mediocre y yo valgo mil veces más”.

Actitud señores, actitud.



Para ver el cortometraje MARÍA BONITA, clic en:



MARÍA BONITA
Dirige y escribe: Amanda de la Rosa
Protagonistas: Diana Bracho, Vico Escorcia
Produce: Mil Nubes Cine
México, 2015

Español, 18 min.

viernes, 4 de agosto de 2017

EL DESEO EN OTOÑO (1972)


Definitivamente, Carlos Enrique Taboada, en mi opinión, es el mejor director que retrató la profundidad del alma femenina mexicana de los años sesenta, setenta y ochenta. Este director, a través de sus distintas historias resaltó la maldad que hay en el fondo de toda mujer mexicana de aquélla época: sumisa, retraída, agachona, obediente. Pero también retrató a la mujer que oculta a un ser reprimido, que cuando por fin decide sacarlo a flote, gracias a las circunstancias en la que es sometida, lo único que provoca es terror.

Este director, así como en sus sus otras cintas HASTA EL VIENTO TIENE MIEDO (1968) o EL LIBRO DE PIEDRA (1969
), va delineando con sutileza la personalidad de sus protagonistas, se toma su tiempo, no tiene prisa para contarnos la vida abnegada en la que ha estado sumergida durante años, Taboada sobre todo recalca las ataduras con las cuales se le ha castigado simplemente por ser mujer.



Y sin embargo, el mismo director va orillando a estas mujeres, protagonistas de sus historias, cada vez más contra la pared como poniéndolas a prueba para que todos seamos testigos de qué tanto son capaces de soportar, dolor, humillación, frustración, heridas físicas y del alma; indudablemente el resultado es abominable, surgen así las fieras que todas ellas llevan dentro, pero como nunca se les permitió sacar a flote esta parte de la personalidad de todas ellas, saltan como fieras enjauladas, hambrientas de sangre y poder, como el caso de RUBÍ (1970) que también dirigió Taboada y protagonizó Irán Eory.


                              


En este ocasión, EL DESEO EN OTOÑO nos comparte el cambio drástico que tuvo Elena (MARICRUZ OLIVIER) en su vida  a partir del fallecimiento de su madre (PILAR SEN). Ésta, pese a que se encontraba postrada en la cama por su enfermedad, tenía un poder férreo sobre su hija, dominante y autoritaria, tenía en sus manos a Elena quien a su vez lo único que sentía por su progenitora era miedo y podría decirse que hasta lástima.




Elena es ya una mujer hecha y derecha, profesora de química en alguna preparatoria, curiosamente con sus alumnos saca todo lo que no puede con su madre, es dominante, estricta, hace valer su figura de autoridad, claro, es una profesora y como tal debe darse a respetar, pero aún así, cuando está con su madre Elena pierde toda individualidad y respeto hacia ella misma, puesto que se deja humillar por la señora.



Muere la madre e inicia la parte en la que CARLOS ENRIQUE TABOADA deja muy en claro un tema recurrente en sus cintas: la exploración de la sexualidad femenina en todas sus manifestaciones, tema donde mejor se demuestra cuán frustradas, estancadas y tristes están las mujeres mexicanas.


                               


Elena inivita a compartir la casona vieja (estilo porfiriana), con su mejor amiga Clara (SONIA FURIÓ) quien aprecia, admira y siente un profundo cariño por su anfitriona. Pero ¡oh sorpresa! la primera noche que pasan juntas, alistándose para ir a la cama y dormir, Clara observa detenidamente a Elena en camisón, la mirada de aquella se empieza a transformar en una donde es evidente que la está desnudando con la vista, su respiración se acelera, se le complica cada vez controlar su nerviosismo al encontrar a su amiga tan guapa, tan atractiva, tan provocativa, tan hermosa, lista para hacerle el amor. A Clara le gusta (y mucho) su amiga pero no puede decírselo.




Viene la siguiente parte, el conflicto que encuentra Elena al conocer a un hombre sospechosamente soltero, Víctor (GUILLERMO MURRAY), es muy raro que nadie sepa nada de él pese a que se supone es muy rico, hombre de negocios, guapo, hombre de mundo, un maduro atractivo, excelente partido. Aunque le advierten que debe tener cuidado con cualquier decisión que tome sobre Víctor, Elena decide casarse con Víctor. Entonces empiezan a acontecer una serie de cosas que la llevan al borde de la lucura, sale a flote la Elena que se mantuvo quieta toda su vida académica, amorosa, fraternal, como individuo, dentro de sí inicia una terrible revolución mental. Suceden cosas raras y sospechosas que ponen a prueba la resistencia de la protagonista, como si la vida misma estuviera en su contra.






EL DESEO EN OTOÑO es la historia común y corriente de cualquier mujer que empieza a vivir el famoso "cuarto piso", pero no han sabido vivir esas cuatro décadas como en verdad hubieran deseado hacerlo, por eso la neurosis, por eso el estrés y el contagio de su mal humor hacia los demás, por ello es que corren el peligro de quedarse solas, no por solteronas, sino que ellas mismas se encargan de alejar a la gente.

Como dato adicional, esta historia de Fernanda Villeli, en 1988 fue adaptada para telenovela por Carmen Daniels y Tere Medina, bajo la producción de Ernesto Alonso la cual se llamó NUEVO AMANECER cuyas protagonistas maduras fueron Jacqueline Andere y Blanca Guerra, y las protagonistas juveniles estuvieron a cargo de las noveles Salma Hayek y Daniela Castro. Sin embargo, desafortunadamente la verdadera esencia de la historia original se desvanece, porque como lo mencioné anteriormente, la base de todo es la problemática de género, la subyugación en la cual la mujer ha estado inmersa la mujer mexicana, los deseos reprimidos, los anhelos frustrados, las contradicciones femeninas. NUEVO AMANECER se queda sólo en las mujeres unidimensionales. Aunque también es comprensible para la época y la censura en la televisión mexicana de la década de los ochenta coyuntura en la que por tratarse de un medio tan poderoso no pueden abordarse libremente temas álgidos como el lesbianismo, la traición o estafa, la crueldad en los adolescentes (lo que se conoce hoy como bullyng) y la demencia en la mente femenina.





Sin embargo, queda para la posteridad una cinta imperdible, no ha perdido vigencia y que si quieren entender la psique femenina, este es una mínima parte de la gran diversidad de pensamiento y acción de la mujer en México, la pueden apreciar claramente en EL DESEO EN OTOÑO.

Para ver la película en línea clic en:




EL DESEO EN OTOÑO
DIRIGE: CARLOS ENRIQUE TABOADA
ESCRIBE: HISTORIA DE FERNANDA VILLELI, ADAPTACIÓN: TONI SBERT
CON: MARICRUZ OLIVIER, GUILLERMO MURRAY, SONIA FURIÓ
PRODUCE: CINEPRODUCCIONES INTERNACIONALES S.A.
MÉXICO, 1972
99 MIN.

martes, 1 de agosto de 2017

UN RINCÓN CERCA DEL CIELO (1952)



Opté por Un Rincón Cerca del Cielo de Rogelio A. González, de 1952, como la primera reseña de Es Tiempo de Cine Mexicano porque es una cinta que en lo personal me marca el corazón cada vez que la miro, si me preguntan qué películas podría ver una y otra vez sin hartarme, esta sería una de ellas, tal vez soy masoquista porque cada vez que la veo lloro amargamente; lloro porque siento en carne propia lo que padece Pedro en esta historia, lloro porque a través de su mirada no pierde la esperanza de algo desconocido, lloro porque entre más oscuro es porque está a punto de amanecer.



Un Rincón Cerca del Cielo es mi película favorita de Pedro Infante porque en esta cinta podemos apreciar muchos elementos distintos al común de las cintas de la época, empezando por el argumento, que por muchos momentos pareciera que no ha envejecido nada esta película, el encuadre de las locaciones y los distintos sets nos proyectan escenarios que fácilmente podremos encontrar hoy 2017, la pobreza casi extrema, la falta de empleo, la falta de empleo, la humillación y el acoso en los centros de trabajo; vestuario que en verdad nos deprimen al ver que tal vez un familiar, un amigo, o un vecino, están sufriendo de frío por carecer mínimo de calcetines limpios, sus únicas riquezas pantalones rotos, calzones remendados y la zozobra de caer más bajo. En pocas palabras esta película está dotada de un mucho realismo, en varias ocasiones podría parecer ser un trabajo de Luis Buñuel por el manejo de todo lo técnico que envuelve a la cinta y hace que sobre salga de entre el montón.



Pero hay dos elementos importantísimos que componen el fondo de la cinta de A. González, que para mí son los puntos medulares; la fibra de Un Rincón Cerca del Cielo: el guion (la estructura de la historia) y el nivel o técnica actoral que el director implementó en cada uno de los que aquí participaron.

Hay otra cinta representativa de la época de oro del cine mexicano, muy popular y recetado hasta el cansancio por Televisa, Nosotros Los Pobres de Ismael Rodríguez (1948), que también retrata la pobreza, la injusticia social y la desigualdad social de la ciudad de México, sin embargo, las diferencias que las hacen únicas a ambas es precisamente es la narrativa de cómo y qué contar en cada escena y en general en toda la película que se parte desde el guion; y por otro lado la técnica de actuación.



En Un Rincón Cerca del Cielo, el guion determina ver a nuestros protagonistas Marga y Pedro, (Marga López y Pedro infante), sucios, roídos, rotos, maltratados, demacrados, ojerosos, quebrados, proyectado de una actuación mesurada pero impactante a través de miradas, caras largas, pálidos, ojos hundidos, manos temblorosas, la “manzana de adán” moviéndose a cada momento por tragar saliva debido a la angustia permanente, es decir, para que el público sintamos el mismo dolor que los personajes no son necesarios los gritos desmesurados, los ojos saltados a punto de salirse de sus órbitas, ademanes exagerados, gesticulaciones casi caricaturescas, lo que se requiere en un melodrama como en Nosotros Los Pobres.


Al contrario, en Un Rincón Cerca Del Cielo, el director se fue por lo realista (pero sí con sus elementos graciosos y simpatía) pero apegado a la cotidianidad de ese entonces, por ejemplo, una de las escenas conmovedores e impactantes que marca el guion es que al inicio de la historia, cuando son novios Marga y Pedro, en la calle se topan con unos payasos zarrapastrosos, sucios, con rutinas poco creativas pero que al fin atraen a la gente para pedir cooperación a través de uno de los actores fingiendo ser un perro con sombrero en la boca, “qué humillante, que denigrante, que se pongan a trabajar, primero mato antes que trabajar así” decía Pedro al verlos indignado juzgándolos sin detenerse a pensar las circunstancias que los llevaron a “trabajar” así.

Lo triste y conmovedor radica en el hecho de que Pedro, casi al final de la película, no tuvo otro remedio más que trabajar de payaso en la calle, con sus harapos y su suciedad encima y con su dignidad en el suelo junto con él, así va a gatas pidiendo dinero a la gente cuando de pronto su mirada se topa con la de Pepe, su hijo de 3 años, quien le grita “hazle como perro guau guau”, levanta aún más la mirada y ahí está su esposa, mirándolo, atónita, y la mirada de Pedro Infante es de verdadera vergüenza, podemos adivinar sus pensamientos de humillación, pero de “estamos muriéndonos de hambre, tengo qué hacerlo”, está a punto del llanto (y yo también) al estar ante su hijo de esa manera.

Si tienen oportunidad de ver esta cinta se darán cuenta que tanto Pedro Infante como Marga López están mesurados en casi toda la cinta, se alegran mucho pero no demasiado, están a punto de la hambruna, pero no gritan de dolor, están tristes por el desenlace de su historia, pero aferrándose a su interior. Es una técnica de actuación, tipo película italiana, española de los cincuentas que se le exige a Pedro y lo saca de manera natural; al igual que el manejo de la iluminación, con esas sombras que parece que poco a poco se los están devorando, la colocación de la cámara.



El argumento versa sobre un joven matrimonio humilde que por azares de la vida van cayendo más y más bajo, ¿cuántas veces nos hemos preguntado cuando tenemos problemas o crisis, que no puede caer más bajo? Pues sí, sí se puede, tanto que se puede tocar las llamas del infierno. Hay mucha población mexicana que ha vivido, o mejor dicho sobre vivido así, a falta de empleo, oportunidades escolares, acceso a medicina, a viviendas dignas, a las políticas de gobierno mal aplicadas, desembocando en una descomposición social que ha permeado hasta nuestros días.

Con Un Rincón Cerca Del Cielo, y a través del dolor de Pedro podemos darnos cuenta de que hay pobres entre los pobres, y son estos que ya no creen ni en la esperanza, ni es Dios, ni en la Fe, ni en ellos mismos, y la única salida aparente o es delinquir o el suicidio.
Esta cinta es muy importante para la época, distinta a las demás y hasta galardonada, ya que a una jovencísima Silvia Pinal que participa como una jovencita que se vende al mejor postor para salir de la pobreza, se ganó su primer Ariel en su carrera artística, como mejor actriz de soporte.

Véanla, ya que “la felicidad… la encuentran aquellos que la buscan en una lágrima porque nace de nuestro sufrimiento”, Marga López en una de las escenas de la cinta.

Para ver la película en línea, clic en la siguiente pantalla:



UN RINCÓN CERCA DEL CIELO
Dirige: Rogelio A. González
Protagonizan: Pedro Infante, Marga López, Andrés Soler
Produce: cinematográfica Filmex
Distribuye: Clasa
México, 1952

Español, 120 min.